Hay novelas que desde las primeras páginas te atrapan, te enganchan
y no puedes despegarte de ellas hasta acabarlas. Esa es la sensación que te acompaña cuando
empiezas a leer ‘Una mariposa en la chistera’.
Su autor, Miguel San Juan, Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y lugar donde nació en 1988, da en el clavo. Un amante de la literatura y el teatro que consigue que cada
pasaje cobre vida con Santiago Godoy, un profesor de psicología que está
escribiendo un libro de cuentos y relata su vida cuando viene a España
desde Argentina con su padre Florencio. Una vez instalados en la ciudad de
Valladolid empieza un entramado que repasa su infancia, su etapa en la Facultad
de Salamanca, su primer trabajo en un internado, como da sentido al amor
gracias a encontrarse en el camino a la mujer de su vida, Viola, su hijo Pablo… Todo
con numerosos cuentos y cartas que hacen
que esa historia tenga la carga emocional que tiene. Un nudo en la garganta que se apodera de tí al ver la pena en algunos
personajes, el miedo a ser feliz o la ilusión.
Todas esas emociones que se despertaron en mí mientras lo estuve
leyendo, se afianzaron cuando hablé con Miguel.
Después de nuestra charla entendí aún más ‘Una mariposa en la chistera’, todos
los porqués… cada matiz… el sentido exacto. Me contó tantas cosas...
“Hay un 70% de mí en el libro”
Pensando en el protagonista, no fue malo. Él se quedó
anclado en los recuerdos. Cometió el error de no continuar con otra vida, esos recuerdos le hacían feliz. No hizo
caso a su hijo y fue al morir cuando al fin pudo reencontrarse con su amor.
Florencio Godoy es el ejemplo más claro de lucha por
sobrevivir y sacar un niño adelante. Mucho/as padres solteros hoy en
día se sentirán identificados con el perfil del personaje, ¿no crees?
Totalmente. Él además se vio obligado, por su hijo, no por
él. Si no se hubiera muerto de pena.
Como en la canción de Adele 'Someone like you' : A veces
el amor perdura pero duele por dentro. Así podría decirse que vivió Florencio...
Sí. Y Precisamente esa canción sonó mientras estaba
escribiendo el libro en el Café España (Valladolid) y quise que apareciera. Luego ese bar cerró e intenté que lo abrieran para presentarlo allí, pero no pudo ser.
La historia gira en torno a distintas etapas de la vida de
Santi. En una de esas etapas, el destino hace que se cruce en su camino el amor de
su vida. Un amor para toda la vida.
¿Quedan amores de esos? ¿O están idealizados?
Claro que quedan. De hecho, el libro está escrito así porque
yo creo en el amor.
Santi era un chico que no creía en el amor en el instituto,
quizá porque no lo había vivido. Hasta que conoce a Viola y es ahí cuando cobra
sentido… Cuanto más tiempo pasan juntos, más unidos están.
¿Podrías haber escrito el libro sin haber estado enamorado al menos una vez en la vida?
No, es muy difícil. Puedes hablar de cualquier cosa, pero si
no lo has vivido…
Tampoco hablaría de esa forma, ni las cartas que aparecen en
el libro (cartas reales), serían así.
Uno de los co-protagonistas de esta entrañable historia, es
Pablo Bueno, un niño que Santiago Godoy conoce en su primer trabajo como psicólogo
en un internado. Probablemente es uno de
los relatos más conmovedores que
aparecen en ‘Una mariposa en la chistera’. ¿Qué sentimiento te produce ese niño?
Me transmite mucha tristeza... mucha pena. Quizá porque la
historia de Pablo pertenece a un caso real. Me emocionó mucho y me estuve
planteando la posibilidad de dedicarle una segunda parte a esa historia… dedicada a
la dura vida de ese niño. A lo mejor más adelante.
El guiño a los payasos: cómo una chistera puede llegar a transformar en sonrisas un mal día o la tristeza de alguien.
De ahí procede el título. También porque me gusta la labor de los payasos. Me parece
mucho más difícil hacer reír que llorar. Además, Gran Circo fue la primera obra en estrenarse, aunque no la primera que escribí, donde los protagonistas eran payasos. Es más, me cabreo
mucho cuando se utiliza de modo
despectivo.
Cómo surgió la idea de hacer libro, qué te impulsó a empezar
a escribir…
Hace muchos años. Lo que más me gustaba era que me mandaran escribir
redacciones en el instituto. Empecé escribiendo relatos y cuentos… sin más.
Hasta que empecé a estudiar Periodismo y me di cuenta que realmente quería
dedicarme a esto.
El proceso de gestación de este libro, ¿fue duro?
Lo empecé en 2006… y lo terminé antes de acabar la carrera.
Luego es cuando empieza la batalla de publicar. Lo difícil es encontrar una
editorial que apueste por tí. Pero escribir no es duro.
¿Por qué decidiste apoyar esta historia sobre cuentos?
La inmensa mayoría de cuentos ya estaban escritos, otros sí
que los hice exclusivamente para el libro, pero la historia de Santiago fue una
excusa para unirlos.
Muchísimo… un 70%. De hecho yo aparezco en la historia sentado en el
Café España tomando un té americano. Es mi ciudad, tengo familia en Argentina, aparece mi lugar favorito en Gijón, la catedral de Palencia… mi manera de pensar.
Dos escritores cobran fuerza en el libro, una directa y otro
indirectamente, Jorge Bucay y Gabo (Gabriel García Márquez).
Para mí Jorge Bucay es el mejor escritor de cuentos, me ha ayudado a
escribir más. Además es de Argentina. (risas) . Y Gabriel García Márquez no aparece
directamente, pero sí aparece mi libro favorito El amor en los tiempos del cólera.
¿Qué sentiste al firmar en la Feria del Libro de Valladolid?
Fue fantástico. Los que escribimos siempre hemos soñado con
ese momento. Cuando alguien reconoce tu trabajo.
¿Y la presentación del libro?
Fue en la Sala Concha Velasco del LAVA (Laboratorio de las Artes de Valladolid) y se llenó. Había
como ciento y pico personas. Al principio pensé que no iba a poder ni hablar, pero la
Concejala de Cultura me dio un abrazo, me relajé y ya pude hablar. Salieron 4
personas a leer algunos cuentos del libro. Después la gente bajó de las gradas
a que le firmara. Mi familia, mis amigos... y gente que no conocía de nada. Estaba como en una
nube. Fue brutal.
Un hombre ocupado que no para de trabajar y con multitud de proyectos. ¿Pensando en una nueva publicación?
Estoy acabando otros 2 libros. Y otro más largo, muy
distinto a esta historia de amor. Una novela de misterio, con asesinatos,
contada en presente y en los años 30 y 40 en París. Un giro brutal.
Aparte, el teatro. Estoy ensayando microteatro con dos
actores protagonistas y otra obra más pequeña. También un largometraje.
¿Cuando dará el salto al cine 'Una mariposa en la chistera'?
Tengo mis dudas, aunque mi amiga Marisa lo ve muy
claro. La historia en sí es fácil de
llevar al cine, lo que más costaría adaptar serían los cuentos. Pero si así
fuera me gustaría ser el director. (risas). Incluso cuando buscaba editorial pensé en
enviárselo a algún director , pero la idea era publicarla como novela, porque
es lo que me gusta escribir.
Si tuvieras que quedarte con un momento del libro…
¡Qué complicado!
Uno de ellos es el cuento de los ancianos que mueren juntos, es muy emotivo. Los cuentos los grabo y los cuelgo en YouTube. Ese en concreto me costó mucho
grabarlo. Y otro de esos momentos es cuando muere Florencio y su hijo, Santi, tiene que ir a la residencia a recoger sus cosas. Ellos dos eran su
única familia.
Y ya para finalizar, ¿Dónde te ves en 10 años?
En un ático en París, escribiendo como un loco. (risas)
¡Gracias Miguel por esa charla!
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